viernes, 16 de noviembre de 2012

Apuesta a lo Local

 
 
 
El mundo esta globalizado, hace tiempo lo sabemos, estamos viviendo sus consecuencias en todo ámbito, tanto positivas como negativas. Pero en verdad, ¿hasta dónde somos capaces de ver estos efectos?.
Las potencias del mundo, en especial Estados Unidos, han llenado las estanterías de los comercios con sus productos, vendiéndolos bajo el pretexto de ser mejores, más bonitos, fashion, pero no han tenido la habilidad... preocupante que tiene China a la hora de instalarse en cada rincón con la fuerza arrolladora de lo barato y en cantidad.
Las terribles repercusiones de lo que estamos presenciando son las que en gran medida están corrompiendo la salud económica de los países: el desempleo a causa de la mudanza de la producción a un país en el que millones de empleados son capaces de vivir como esclavos, sin pago de horas extra, sin defensa de sus derechos, a costa de su vida, por unos pocos dólares. Sueldo que no significa nada en otro lugar, dinero con el que ni siquiera se sobrevive en otros países.
No cabe duda que cualquier ser humano, al margen de todo prejuicio, es capaz de crear un producto de lindo diseño y tecnológicamente a la moda, y sin embargo hay algo que es imposible aún con la capacidad de tanta gente, es la calidad. Tanta producción inevitablemente no tiene la pruebas que hace décadas se solían hacer, ni siquiera para vehículos o computadoras, y muy probablemente hasta las famosas marcas que llevas en la mano puedan fallarte en el momento que más las necesitas. Porque todo esta hecho en China, y no por ser chino es que dejamos de lado la calidad, sino por la explotación de quienes ponen sus manos al fabricarlos. Personas que tarde o temprano deberán (y lo harán) reclamar sus derechos o escapar del asfixiante sistema.
Ahora bien, esto ni siquiera acaba aquí, el problema mayor es el monopolio de la producción que está teniendo este país, que lo llevó a desplazar a la zona euro y a amenazar el podio de Estados Unidos, y que bajo un régimen dictatorial es extremadamente peligroso, no sólo para los tantos millones de chinos sino para todos nosotros, de ahora en adelante.
Le hemos dado de comer en silencio al dragón mientras felices nos retirábamos de la tienda habiendo pagado mucho menos de lo que esperábamos o habiendo comprado el doble con el mismo presupuesto. ¿El comunismo se comió al capitalismo?, eso mismo.
Sólo Argentina, con su cuestionable presidenta, podría zafarse de las importaciones Chinas mientras ignorantemente destruye sus antes ricas tierras realizando monocultivos de soja transgénica para alimentar chinos y contaminar todo tipo de insospechados alimentos. 
Al parecer estamos ante un monstruo mítico que nos supera a todos en cantidad, para el cual parece no haber antídoto, y que de seguro esta dejándole bastante oro a todas las marcas de renombre.
 
Para terminar, vuelvo al título de esta nota: apuesta por lo local, averigüa cuales son las tiendas que usan mano de obra de tu país o al menos de países limítrofes (los cuales siempre tienen más justos intercambios con tu país), y si es posible vuelve a lo artesanal, fabrica tu propia ropa, crea tus propios muebles, confía en la tecnología de quienes estudiaron contigo y necesitan cuidar su empleo.
Vivir en la ciudad y trabajar por el sueldo justo para pagar tu techo mientras tienes hijos no es nada fácil, es la situación de la mayoría en este mundo. Aún así tomémonos el tiempo para repensar nuestra parte en el futuro de todos.

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