miércoles, 7 de noviembre de 2012

Política del Miedo

Hoy finalmente sabemos que Obama ha ganado las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Lo hizo apelando al nuevo grupo de moda, los latinos, y eso que no se trata de ningún país latino, ni estas personas dejarán de ser llamados latinos por vivir en el supuesto país donde tus sueños se realizan. Antes eran los negros, ahora los latinos, y por supuesto también las solteras... eso porque el señor está casado y es por ella que lo votan. En fin, nada nuevo en el horizonte, más de lo mismo, bonitas palabras que encandilan a los que se dejan y sin embargo mañana volverán los mismos problemas, la misma violencia en oriente, la misma inversión en compra de armas para la guerra, el creciente desempleo. La decepción no se borrará, las personas se darán cuenta que el miedo no las conduce por buen camino. Después de todo, sus elecciones siempre terminan entre dos que son lo mismo detrás del palabrerío.
La política no deja de ser manipulación de masas, un elaborado esfuerzo por hipnotizar las mentes mientras se infunde temor por un lado y se besa bebés por el otro. Y en su gran hipocresía, sirven a la perfección a los verdaderos poderosos, los dueños de los conglomerados de las empresas más grandes del globo, los verdaderos monopolios para quienes el país es más que los Estados Unidos, es la matriz a través de la cual son impunes en cualquier parte del mundo.
No soy partidaria de algún partido, si eso creen, es más bien un desprecio a la sucia y antigua práctica de llegar al poder y desde ahí cubrirlo todo con su cúpula de imposiciones siempre convenientes para unos pocos.
Qué ingenuos somos los humanos, nos creemos modernos y avanzados, tecnológicos, artificialmente bellos, poderosos y hasta inmortales, y después de todo no dejamos de ser manipulados por lo mismo que creemos poseer. La cáscara se convierte en lo que somos, eres lo que tienes, ésa es la frase en la frente que debemos llevar. Entonces hagámonos cargo de las consecuencias porque no será un castigo del cielo sino lo que hemos provocado. Sigamos con el sistema aunque se vislumbre la resignación, aunque la intolerancia de los unos con los otros nos esté arruinando el ridículo idilio.
Es época de ver, de iluminar consciencias, de tomar las riendas de la realidad y construirla juntos, pero primero se debe empezar a ver las cosas como son y valorar el poder de la propia voluntad.
 
Es cierto, nada cambia si no hacemos un esfuerzo, y quien debe dirigir el destino de este esfuerzo no es un político ni un grupo de empresarios, es la unidad que produce la sintonía entre los humanos, una unidad que sólo se da entre quienes son capaces de empatizar. 

1 comentario:

  1. Para mí el tema pasa en como manipular las masas y que es lo más conveniente, no importa el color, la raza o la religión. El que mejor entiende esto es el que gana, y este fue el caso.

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