Evitamos la luz de la consciencia con el fin de preservar nuestra existencia rutinaria en la máquina que es la sociedad, nuestro medioambiente. Evitamos preguntarnos y aún más respondernos acerca del sentido, el objetivo final de nuestras acciones, y nos quedamos con tener, comprar, ver un nuevo paisaje, tal vez hasta ayudar a los demás con la venta de un espejismo.
Pero el verdadero sentido, ¿es ese u otro?, ¿está relegado en un rincón a la espera del punto de hartazgo?... Muchos se atreven a dudar, suponen que hay algo más por descubrir detrás de lo velado por las apariencias, entonces recurren a todo tipo de técnicas milenarias o vanguardistas, de un par de horas o de varios años, con la esperanza de satisfacer una necesidad que a todos nos apremia.
El uso y abuso de sustancias, es un camino bastante transitado por los desesperados, un laberinto que puede llevar a un punto sin salida. Y los alucinógenos, particularmente asociados a estos viajes de autoconocimiento son los más peligrosos si tenemos en cuenta su capacidad de recrearnos escenas, de reformularnos un horizonte y construir un sentido con las, a veces precarias, partes de uno mismo.
Lo cierto es que si bien todo puede tener un buen uso, lo complicado es definir quien o qué tiene licencia para regular o controlar su uso. Y como bien sabemos, lo que es miedo para la población en general es terreno fértil para toda empresa multinacional desalmada, y un buen remedio en el botiquín del poder.
Es vital el conocer, autoconocerse, darle un sentido a la vida propia, un fin a la humanidad, ello despeja el miedo, la desesperanza, es motivador, alimento de la voluntad y de la paz. Asimismo nos libra de enfermedades y vicios, y crea una oportunidad para la igualdad.
Lo que quiero decir es: a través de la compasión seamos capaces de aprender de la propia y ajena experiencia para despejar prejuicios y allanar el camino para una comunidad que es capaz de tomar lo mejor de todo y compartirlo.
La muerte no debe ser tu miedo, tu lucha es contra la ignorancia.
jueves, 2 de mayo de 2013
La búsqueda del Sentido
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El problema que yo veo es a lo que cada uno llama ignorancia o a lo que cada uno define como el saber.
ResponderEliminarEs sabido que gobiernos y grandes empresas impulsan todo tipo de desconocimiento o ignorancia para manejar masas.
Entonces lo ideal es prestar atención a uno mismo, yo como dice Romina, al autoconocimiento.
De ahi saldrá el verdadero valor de las cosas porque no hay que salir a buscarlo en ningún lugar, lo tenemos dentro de cada uno.
Aunque no me gusto tanto la advertencia que dejas por ahi respecto de los alucinógenos o enteógenos en general me parecio muy bonita tu forma de expresarte y por supuesto también el meollo del texto. Apenas, por casualidad, encontre tu blog y me han conmovido varias de tus reflexiones (en el sentido en que, despiertan algo en mi, me interesan, no me dejan inmóvil o indiferente y no en el sentido "cursi" o exagerado con el que se asocia la palabra)
ResponderEliminarLo repito. Encuentro cierta belleza en la forma en que te expresas, y presiento que es un reflejo de quien eres.
Que nunca se extinga esa flama que llevas en ti y que te obliga a hacerte las preguntas que llevan a estas reflexiones.
Te mando un saludo y te deseo suerte desde México.
Saludos.