martes, 16 de septiembre de 2014

Cosificación de la Mujer

Mucho se habla de la cosificación de la mujer pero no todos tienen noción de lo que dicen, muchos repiten como loros y otros se arriesgan por completo a navegar con opiniones más basadas en prejuicios que en fundamentos válidos.
No sé realmente cuanto pese o valga mi argumento al respecto, aún siendo psicóloga, ya que somos humanos y por ello nadie le escapa del todo a los prejuicios... Sin embargo quiero intentar una idea, tentada por el hecho de ser mujer.
Ser objeto o cosificarse no es más que reducirse conceptual y prácticamente a comportarse como un bien de uso. Esto en si mismo no es malo, es más, es una práctica muy común  y útil para algunos trabajos, lo perjudicial es aquello de lo que carece...
Ser cantante, actriz, bailarina, artista en general, sólo puede implicar estar más expuesto a las cámaras tal como una lupa maximiza lo ya existente. Hay quienes lo hacen por trabajo (dinero), hay quienes para mantener una relación, hay quienes para engañar su pobre autoestima... Hay en fondo solo una razón por la que la mujer usa y abusa de este "poder", la misma razón también por la que el hombre reduce su concepción de la mujer a solo un orificio: dominación (o desesperación).
Frente al paradigma "todo esta a la venta" se vuelve inevitable que las estructuras que pretendían sostener valores o principios terminen pasadas de moda por no ser rentables. El riesgo es enorme mientras más nos sumerjamos en este supuesto nuevo estilo de vida, ya que podemos caer en un vicio difícil de dejar. De hecho la relación entre adicción a distintas sustancias y al sexo es muy estrecha...
La causa es la ya de por si personalidad adictiva que genera el modelo materialista occidental. Este modelo nos inserta en una visión panorámica que implica ser libre de experimentar sin culpas mientras se asocia la impunidad con la riqueza.
Usarse y dejarse usar es fundamental en un sistema explotador que busca apagar (tal vez para siempre) tu criterio o sentido crítico. Ya no es conveniente que sepas defenderte y estés despierto para conocer tus opciones, porque ya no eres tú el que decide por su cuenta...
Ser objeto es natural hasta cierto punto, no lo es cuando se lo convierte en la única forma de relacionarnos, y sin pausa.
Por otro lado, hay algo que nadie parece tener en cuenta: este tipo de relación promueve la completa y libre proyección del inconsciente debido a que no hay un otro que ponga límites, en consecuencia no nos sorprendamos luego del aumento de femicidios y suicidios.
En lugar de espantarnos o reirnos del espectáculo vulgar, veamos en nuestras propias vidas cuanto tiempo real dedicamos a actividades que nos lleven a la reflexión.