La noticia del momento es un conjunto de variables que forman parte de la creación de una tormenta perfecta.
Por un lado la bolsa de comercio de Estados Unidos, Wall Street, está demostrando que los multimillonarios (tales como George Soros) están vendiendo toda sus acciones de bancos e invirtiendo el dinero en metales preciosos tales como el oro. Lo que según los expertos es una clara visión de crisis. Y se informa que más de 10.000 millones de dólares se han retirado de los fondos de inversión solo en las últimas dos semanas.
Sumado a esto, más de 600 ejecutivos bancarios hayan dimitido de sus cargos en los últimos 12 meses, lo que acrecienta el nivel de alarma junto con el hecho de que los bancos centrales de diferentes naciones del mundo han aumentado en más de dos veces sus adquisiciones de oro entre abril y julio de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior...
Pero la economía no es el único aspecto en problemas que venimos acarreando, también la cada vez más evidente trama que parece conducir a una inevitable Guerra Mundial.
El mundo es un lugar para todos, eso decimos, y sin embargo parece que todavía no aprendimos a convivir. La intolerancia reina en cada rincón y el ánimo de provocación va en aumento. Muchos factores alteran el criterio humano, un ser increíblemente susceptible de cometer todo tipo de crímenes en gran parte porque nada le cuesta olvidar sus valores y su pasado.
Ya no importa si las circunstancias están siendo orquestadas bajo un plan o son una serie de eventos inesperados. La ciencia ya ha demostrado que podemos alterar la realidad compartida. Hagámoslo, apliquemos consciencia.