martes, 13 de marzo de 2018

Una perspectiva acerca de la IA

Esta es una reflexión acerca del alcance del desarrollo de la inteligencia artificial en este y los próximos tiempos.

Admito que me fascina la tecnología como la innovación, el diseño, el proceso creativo, imaginar escenarios, predecir eventos en función de patrones, hasta la  frontera de la IA y sus enormes posibilidades, es por eso que me atrevo a opinar libremente. Y por que soy una de las tantas de mi generación que creció durante el proceso en el que el televisor, la computadora, los videojuegos, el celular, los equipos de audio, internet, las redes sociales y otros tantos elementos tecnológicos invadieron las masas con la globalización de las ideas... y la fracturación drástica de las costumbres.
Claro, también sucede que mi padre es ingeniero electrónico, que por él yo sabía de la existencia del chip y las plaquetas más que de juguetes, sabía de un mundo más grande en el que había satélites, países con infinidad de objetos que ya funcionaban con energía solar, mis lecturas favoritas eran sobre el futuro y mis pensamientos eran soluciones ingeniosas que llenaran la vida de una comunidad. Soñaba con otros mundos, conquistar el espacio y expandir la mente mientras buceaba en lo más profundo con una sola herramienta: una enorme curiosidad. Era fácil divagar cuando no había shoping mall, cuando el silencio ocupaba más tiempo que el ruido del artificio y el mundo exterior, cuando de uno debía surgir el entretenimiento...
Luego estudié psicología, los procesos mentales en todos los niveles que hasta ahora se han podido clasificar. Mi curiosidad no ha sido satisfecha ni logré convencerme de tener realmente las piezas claves para su entendimiento, ni sistema, ni gestalt, ni psicoanálisis, ni Lacan, ni constructivismo, ni psiconeuroinmunología... Nada lo explica por completo, todos fallan al no poderse integrar.
Me casé con una persona de sistemas de informática con quien hemos tenido muchas largas y locas conversaciones es las que más hablo yo que él. Aún se sorprende de mi flexibilidad y coraje al integrar distintos temas, mientras yo aún lucho por animarlo a opinar libremente fuera sus esquemas. Es algo que pasa mucho entre personas que fuerzan la estructura y las que encuentran patrones...
Ahora estamos rodeados de objetos que nos necesitan, eso terminamos por creer. Ahora saturamos nuestros sentidos con tantos elementos atractivos que se ha vuelto esforzado y escaso el momento de la reflexión. Será justo el momento para la aparición del humanoide y de todo un nuevo arsenal de objetos autómatas?
Es un asunto muy delicado, es preocupante, demanda un gran esfuerzo multidisciplinario y responsable en la consideración de la forma de vida que queremos como seres vivos. Y como seres vivos la prioridad es la continuidad de la vida con sus mayores y mejores posibilidades.
Complejizar nuesto entorno al punto de llenar de basura nuestro mundo interno es un peligro que debe ser llevado a un ritmo pausado muy bien planificado, o bien podremos caer en millones por el abismo de la vanidad, el materialismo y la desesperación de la pertenencia.
Por seguridad sería mejor ver cambios tecnológicos en un orden que va de lo colectivo a lo particular, de lo social a lo personal. Este orden permite que asimilemos más rápidamente los cambios y estructuremos más eficazmente nuestra mente para una oportuna adaptación.
Si apostamos felices a la IA, es lógico abocarnos a la integración en otros sentidos para acompañar y observar el impacto en los múltiples casos locales. De hecho el mundo debería replantear sus pasos desde la especialidad hacia la integración de los contenidos. La especialidad bien podemos dejársela a la IA. La integración en cambio requiere más de nuestra habilidad creativa.

Gracias por leer esta nota. Gracias por tu reflexión. Toda reflexión nos beneficia en conjunto.

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