martes, 6 de diciembre de 2011

El monopolio y las colusiones, un corral para esclavos.

Es llamativa y gravísima la tendencia en los países hacia los monopolios en todas las áreas del comercio y servicios. Por más supuestos intentos de los gobiernos y sus débiles leyes de frenar este terrorífico movimiento que lleva más de 30 años, sólo puede verse con una mínima investigación que los dueños de las empresas monopólicas siguen ganando terreno.
Un perfecto ejemplo sería lo que sucede en Estados Unidos principalmente con los alimentos cárnicos, sin embargo Chile, estando en la otra punta del continente tiene bien escondida bajo la manga una cantidad impresionante de colusiones (la acción de unas pocas empresas que forman monopolio de ajustar los precios a su conveniencia). Una de ellas, el monopolio de las cadenas de farmacias en Chile, hace un tiempo fue descubierto en su colusión para varios de sus remedios más vendidos pero todo quedó en una multa. Las personas afectadas ya habían pagado varias veces por esos productos y nadie les devolvió el dinero ni las indemnizó. Ahora la colusión en la mira es la de las 3 o 4 empresas monopólicas en la producción y venta de pollos, las que llenan las góndolas de todo mercado y supermercado en Chile. Y otra vez nadie se hace cargo de lo que sucede.
En fin, nuestra vida es rodeada de precios arreglados y el mercado esta que explota de una ridícula cantidad de productos que sólo unos pocos dueños de empresa producen. Así como lo hacen con los alimentos y los medicamentos, lo hacen con el cemento, con los materiales de construcción, con las empresas de transporte, con las aerolíneas, con las comunicaciones e Internet, en fin, con todo. No olvidemos que mucho de lo que consumimos ni siquiera tiene origen en el país que vivimos, viene de China, Europa o Estados Unidos, donde por supuesto también suceden estas cosas.
Por otro lado la desigualdad en el mundo crece a pasos agigantados y aún más cuando las crisis han demostrado ser un gran negocio para los ricos... Entonces, ¿a donde estamos conduciendo las sociedades si ya somos mayormente individuos que no pueden hacer valer sus derechos de pagar un precio justo y poseer un pequeño o mediano comercio que pueda sobrevivir en el tiempo?.
Tal vez sin darnos cuenta hace tiempo se cierne sobre nosotros la esclavitud.

2 comentarios:

  1. Hay que tener en cuenta que todo se basa en temas económicos y financieros donde lo más importante es maximizar la rentabilidad, cueste lo que cueste, aunque se pase por arriba a todo el mundo.
    Si hasta la esclavitud fue abolida por un tema de rentabilidad, cuando comenzó a medirse su costo/beneficio no era conveniente.

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  2. En la parte de ridicula cantidad de productos que solo unos pocos dueños de empresa producen, yo diría que una gran multitud de esclavos por unos centavos en quien sabe donde producen, para un par de gordos que se llenan los bolsillos y la panza.

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