LLUEVE BASURA ESPACIAL

¿Podría llover efectivamente basura espacial?, ¿qué tanto daño podría producir en las personas y sobre las cada vez más grandes ciudades del mundo?. Es algo que habría que averiguar seriamente ya que realmente existe tal peligro, de hecho existen testigos de insólitos artefactos que cayeron del cielo ardiendo y poniendo en riesgo la vida de muchos. Pero como siempre ocurre, la prioridad está puesta en cuidar que no se rompan los satélites y estaciones espaciales en lugar de privilegiar la vida de las personas.

En septiembre del 2011 nos enteramos que caería un viejo satélite y que la NASA supuestamente no sabía donde, sin embargo la basura espacial se sigue acumulando desde el inicio de la era espacial y sigue cayendo a tierra todos los días. Y ¿ a quién tendríamos que pedirle indemnización por daños o muerte si nos cae encima un pedazo de metal del cielo?.

Hace tan sólo dos semanas atrás mi primo conducía su auto llevando a un cliente a su lado y, mientras transitaba por una importante autopista de Buenos Aires, una especie de caño de más de un metro de largo con una gran bola de metal en cada extremo atravesó su vehículo desde el cielo pasando limpiamente por el parabrisas, el resto de la parte delantera, y mientras ardía al rojo vivo quedó enterrado sobre el suelo de éste quemando también la alfombra. Milagrosamente el extraño artefacto terminó su viaje entre las piernas del copiloto o bien éste hubiera sido lesionado de gravedad, hubiera podido matarlos a ambos y provocar un gran accidente.
Una razón por la que esta chatarra cae a tierra se debe a que cada vez que nos encontramos frente a un máximo de actividad solar, la radiación del Sol produce que la atmósfera terrestre se expanda y los objetos que están en órbita sufran una mayor fricción que los haría reingresar. Esto explica la diminución del 10 por ciento de la basura espacial en estos períodos. Así que vayamos haciéndonos una idea de como serán las próximas tormentas de metal.

La vida es tan corta o larga como queramos verla, lo cierto es que no pueden otros dar nuestra vida por terminada sólo por no saber que hacer con su basura.