miércoles, 13 de agosto de 2014

De aquí De allá

Hace más de 10 años que vivo en Chile y aún me preguntan cuando llegué.  El taxista, la doctora, en el supermercado, donde sea las personas gustan de la esporádica e hipócrita charla que todos sabemos donde termina...
Lejos o cerca de querer criticar por pura vanidad, más me interesa compartir mi experiencia humana para dar esperanza a otros.
Me gusta este país, por algo vivo acá, y claro no es perfecto como no lo es donde nací.  La verdad me da igual aquí o allá. .. o más allá. Somos humanos y eso es lo que vale, humanos que amamos y necesitamos ser amados, no importa el color de sus pieles, ni el olor sus comidas, sentimos y nos duele el rechazo.
El mundo es complicado y duro en cada rincón y sin embargo a uno lo siguen definiendo por el nombre del metro cuadrado de su nacimiento. Pesa más esa bandera que la clase de ser humano que uno sea?, pesa más la necesidad de clasificar y defenderse que la de confiar, conocerse y compartir?...
En este cruel mundo aun es última opción la de adoptar un hijo, aún se creen muchos con derecho a juzgar si un homosexual puede o no cuidar un niño, aún se justifican las guerras acusando a la víctima de agresor y cambiándole su cara constantemente se mantiene el crimen refugiado en la ignorancia de todos.
Si cambiarme de nacionalidad es lo que se necesita, entonces se trata de un simple papel que no tendré inconveniente en conseguir, aunque es lamentable como se engañan aquellos detrás del escritorio cuando ven sus estadísticas. .. Un censo no es más que una foto de dudosa calidad, lo que vale es lo que vemos en él: vemos un país enriqueciéndose culturalmente o uno segmentado que no encaja en lo esperable?.
Hoy hablo por mi situación pero también por aquellos en Gaza, por aquellos en Ucrania, por quien se sienta reflejado en esta cruel impotencia que desgarra el alma.
Díganme, nunca les ha sucedido sentirse extraños en casa o ser tratados como tales?. Entonces por favor, tengamos compasión: un día nos puede suceder.

1 comentario:

  1. Un mundo sin fronteras.... ¿utopía? Al menos en este mundo sí.
    Concuerdo con la lógica de que es estúpido (por lo menos así lo veo yo) del tema de las nacionalidades, el territorio, los límites perfectamente demarcados.
    Pero al final todo parte de cada uno, si cada ser humano dejara de ser egoísta, dejara sus ambiciones desmedidas a un lado o cambiara sus ambiciones para realmente equilibrar la balanza para todos, el mundo podría ser "realmente" feliz.

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