sábado, 23 de agosto de 2014

La voluntad

Los lujos o comodidades han llegado pausada e inexorablemente a nuestras vidas, independientemente de la edad y cultura que uno tenga.
Un hogar que parecía querer esquivar para siempre la modernidad ha pasado al wifi y celulares touch aún sin haber incorporado nunca el microondas.
El mundo gira y en su inevitable camino vamos adaptándonos a su incesante y acelerado cambio. Mientras tanto la inmediatez se vuelve extrema y, en una relación directamente proporcional, coarta nuestra capacidad de adaptación haciendo cada vez más difícil el pensar libremente, decidir conscientemente. Todo esta al alcance, la vida fácil y cómoda es adictiva en si misma y nos deja a su vez más vulnerables a los temores de la masa. Los cuales son cada vez más irracionales: miedo de perder los nuevos lujos, al hurto violento y sin necesidad, miedo a no poder mantener la forma de vida y perder el trabajo. Otros como los miedos a enfermar y morir por causas dolorosas (cáncer) y contagiosas (pandemias) nos llevan a creer que realmente es posible vivir para siempre.
La estupidez de tener en casa más celulares que personas y querer el que acaba de salir al mercado, ir a reuniones sociales donde las personas prestan más atención a las conversaciones con interlocutores ausentes que a los de carne y hueso, estas y otras acciones bizarras son muestras de la carencia de voluntad real.
En conclusión, son crecientes las pretensiones y escasos o pobres los hechos con significado. La voluntad fue perdida en el camino...

1 comentario:

  1. Y como esto afecta directamente a nuestra salud. La comodidad del sillón frente a una pantalla... sedentarismo.
    La comodidad de comida embasada o de delivery, no cocinada a conciencia conociendo los reales ingredientes que estamos incorporando a nuestro organismo.
    La decisión es nuestra, pero como dice Romina es cada vez más dificil pensar libremente.

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