viernes, 8 de junio de 2012

Despenalización de las Drogas

Lo siguiente es por supuesto el contenido de mi humilde opinión.
Lejos de ser una moda pasajera el tema del momento es la despenalización de las drogas en varios países de América Latina, un asunto que no debe ser tomado a la ligera por la emoción del cambio ya que este implica una serie de consecuencias, la mayoría de las cuales nunca se tienen en consideración o bien se relativizan. De todos modos dejo en claro que estoy tanto a favor como en contra, más bien me preocupan los aspectos que se encaran desde los gobiernos acerca del tema y las razones por las que finalmente se altera la ley hacia una despenalización del consumo. Lo que resulte en cada caso es seguro que será muy distinto, cada país tiene su historia, su cultura, su forma de vida, cada ciudad tiene su propia dinámica, lo mismo que las personas, es por ello que no sirven las comparaciones si no tenemos una noción clara de la realidad del lugar, si no se ha educado previamente a la población, si no se ha hecho nada para mejorar las redes de contención social, es decir, si no se trabaja en la prevención entonces nunca habrá un terreno propicio para hacer este tipo de cambios...
Entonces me queda pensar que puede haber una macabra razón para liberar toda represión en las masas hacia el consumo... En una novela famosa tan basada en la realidad de Estados Unidos que es capaz de espantar con su dureza, el protagonista principal, un abogado dedicado a defender casos perdidos (gente pobre de ese país que siendo drogadictos incurren en la delincuencia) descubre una de las líneas de negocios sucios de un laboratorio que ubica un medicamento altamente peligroso en las clínicas de rehabilitación. Es decir, tengamos en cuenta el gran negocio que liberar las drogas va a representar para estas clínicas de rehabilitación ya que no sólo habrá más clientes sino clientes que pueden pagar. Y sin embargo, la delincuencia lejos de bajar irá en aumento, los delitos serán cada vez más violentos, y el problema de tener tantas personas irresponsables (cada vez con más tóxicos en el cuerpo) al volante... por supuesto también será mayor problema.
Hablar de drogas ya es un problema en sí porque hay una infinidad de ellas, porque droga es todo lo potencialmente adictivo, es decir TODO. La adicción no sólo es un índice de un determinado producto sino por otro lado la vulnerabilidad de una determinada personalidad y en un determinado momento (momento que da el puntapié inicial de una bola de nieve que nunca termina de rodar). En cierto modo todos somos vulnerables, sólo que algunos no hemos encontrado el momento. Todos nos vemos sobrepasados por las situaciones que nos presenta la vida, sólo que algunos deciden bajar los brazos, no encuentran fuerzas, no sienten el apoyo de nadie a su alrededor, no perciben esperanza en el horizonte. Lo cierto es que las condiciones actuales de vida en el mundo para la gran mayoría de los seres humanos los pone cara a cara con estas tentaciones, y si encima los gobiernos colaboran con el permiso de consumirlas... entonces estamos fritos. Las estadísticas de consumo seguramente se  dispararán con su consecuente aumento en adicciones, con su consecuente aumento en la diversidad de drogas, y finalmente su consecuente aumento en la delincuencia.
Además no se están teniendo en cuenta las condiciones preexistentes que puedan tener las personas, drogarse es siempre dañino para la salud y pone en riesgo a los que nos rodean, y si dejamos de considerar la exponencial cantidad de enfermedades crónicas que  actualmente padecemos entonces ésto es simplemente seguir echando leña al fuego o peor aún... ponerle fin de una vez con la muerte.
Me pregunto que sentido tiene prohibir fumar en lugares públicos y por otro lado liberar el consumo de drogas en lo privado, ¿acaso el mensaje es mátate solito y en tu casa pero hazlo?.
Estoy de acuerdo con el uso terapéutico (en el sentido físico, psíquico y espiritual) de algunas sustancias como la marihuana que en casos particulares tienen efectos positivos en su salud y siempre que sean administradas en su justa medida.
En definitiva nada de lo que la naturaleza nos provee es en esencia bueno o malo, somos nosotros quienes le adjudicamos el adjetivo de acuerdo al uso que le damos, pero seamos conscientes de las decisiones que tomamos porque todo tiene repercusiones... y lamentablemente los errores se pagan con vidas.


1 comentario:

  1. Yo me planteo la siguiente pregunta: ¿control de población?
    Solo eso.

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