lunes, 25 de junio de 2012

VACUNAS

Si hay algo a lo que tenerle especial atención es a las campañas de vacunación, a los programas de vacunación "obligatoria", a la discriminación en las instituciones educativas por quienes en su convencimiento rechazan vacunarse y vacunar a sus hijos.
La mayoría de las personas en todo el mundo, a excepción de las culturas antigüas como las indígenas, entran sin cuestionamientos al sistema y ahí se quedan, cómodos, con la camiseta bien puesta, siendo los principales defensores de un sistema que suponen honesto y al servicio del bien público. Y lamentáblemente es un grave error dar por sentado algo sin haber hecho el esfuerzo previo de evaluar aquello que se postula como tema cerrado.
Lo cierto es que los gobiernos funcionan como empresas, en los mejores casos asesorados por especialistas, en los mejores casos con el esfuerzo de abrirse a otras visiones, pero inevitablemente influenciados por intereses económicos y con la excusa de respetar una hermandad política. Ni siquiera de ciencia estamos hablando, la ciencia y sus estudios científicos son usados y abusados contínuamente, es entonces obvio encontrar estudios probando lo bueno como lo malo de las vacunas, y sin embargo sucede que esto es completamente ilógico.  Lo que ocurre es que casualmente, aún siendo pocos los estudios a favor (y siempre cortoplacistas) son éstos los que se utilizan como respaldo en caso de cuestionamientos, como si fueran los únicos existentes. Lo mismo sucede con los medicamentos y los transgénicos (que pretenden ser alimentos mientras que debieran etiquetarse como no comestibles).
El moviemto anti vacunas lleva ya muchos años, sólo que como todo movimiento "peligroso" se mantiene alejado de la atención pública del día a día, una forma astuta de borrar el tema. Sin embargo, algunos padres en su propia tragedia con el autismo han tenido que investigar por su cuenta hasta encontrarse con otros casos, todos similares en los que las vacunas fueron el detonante. Niños que quedarán fuera del sistema, no serán aceptados en las escuelas, difícilmente cursarán la universidad, difícilmente tendrán empleo... Y no sólo ellos, el mercurio en las vacunas es el ingrediente más letal de todos pero el resto, como las cepas de virus vivos que además provienen de cultivos en animales, son igualmente peligrosos. Y el autismo no es el único trastorno que las vacunas pueden gatillar. Actualmente hay serias vinculaciones entre éstas y el déficit atencional, las alergias (las cuales han llegado a componer el Síndrome Químico Múltiple), enfermedades inmunológicas, y por supuesto muertes.
Las vacunas no sólo son peligrosas sino también innecesarias. El argumento de que una persona no vacunada es un peligro potencial para el resto es un completo fraude, más bien es todo lo contrario. Una persona no vacunada tiene un sistema inmune muchísimo más fuerte, resistente, que el de una vacunada, aunque ésta sea un adulto y haya sido vacunado siendo niño. Se ha demostrado que los niños no vacunados son mucho menos propensos a desarrollar alergias, enfermedades auto inmunes, problemas neurológicos, enfermedades endocrinas y otras enfermedades, en comparación con sus homólogos de la vacuna.
El alemán y médico homeopático, Andreas Bachmair, ha recopilado datos sobre la salud de más de 8.000 niños no vacunados de por lo menos 15 países diferentes. Los comparó con los datos de salud recopilados en más de 17.400 niños vacunados que participan en un estudio realizado en Alemania.
El estado general de salud de los niños no vacunados fue a pasos agigantados por sobre los niños vacunados. La tasa de alergia entre los niños vacunados, por ejemplo, era más del doble que entre niños no vacunados. Y peor aún, en los niños vacunados se encontró que eran ocho veces más propensos a desarrollar asma o bronquitis que niños libre de vacunas.
Si tenemos en cuenta que el mercurio no puede ser eliminado de nuestro cuerpo sino con una dieta natural muy estricta (algo que casi nadie hace) y que a lo largo de nuestra vida el estrés, la forma de alimentarnos, la calidad del agua que bebemos, y otros factores van desgastando nuestra salud, entonces ¿por qué exponernos y exponer a nuestros hijos?.
Juntemos coraje, respetemos lo que es correcto, no nos dejemos atemorizar por campañas de gobierno ni por matones de hospital, ni encandilar con publicidades engañosas, dejemos la fe para la espiritualidad, apliquemos criterio y análisis al cuidado de la salud (la información está a nuestro alcance).

1 comentario:

  1. Creo que comenzó como algo experimental y con buenas intenciones. Pero como todo es corrompible, se tomó como herramienta de generación de riquezas y porque no, de control de la población.
    Si había consecuencias por la aplicación de las vacunas no se tuvo en cuenta, por ello es que siguió adelante irresponsablemente.
    Hoy parece que no hay vuelta atrás... por ahora.

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