Acceso a la Educación, Acceso Denegado

Las protestas estudiantiles llevan meses y pronto cumplirán un año acá en Chile, sin embargo lejos de llegar al cansancio existe una voluntad firme de ver concretada la expectativa de tener un día y para siempre el acceso gratuito y igualitario a la educación.
Puede parecer novedoso el surgimiento de tal movimiento y no lo es: es un tema antiguo que año a año, cada vez que empieza el año escolar, le recuerda a quienes pagan con mucho esfuerzo, y hasta se endeudan de por vida, que el mundo ha sido construido por los idealistas y trabajadores para unos pocos ricos a quienes les gusta la servidumbre... No es tema sencillo pero hay un punto claro y se define por la clase de lugar en el que queremos vivir, la clase de persona que queremos ser: un lugar con oportunidades para todos o un lugar donde nos garanticemos pequeños barrios ricos rodeados de enormes barrios pobres, un lugar donde seamos libres y felices porque elegimos lo que queremos hacer en la vida o un lugar del que nunca podremos salir, una persona intrépida y con criterio propio o una persona resentida e ignorante. 
Los destructores de la vía pública y la propiedad privada no necesariamente son parte del grupo que protesta pero con sus acciones ensucian la imagen de los que por otras razones se encuentran a su alrededor. A estos delincuentes les viene perfecto estar cubiertos de una masa con múltiples caras para poder hacer lo que de otro modo no podrían. Y es responsabilidad del gobierno y la policía garantizar la movilización en su libertad de expresión, así sea en reclamo, con total seguridad tanto para los marchantes como para los que viven y trabajan en el área. Si existen movilizaciones como ésta o la de los indignados es porque hay graves problemas de comunicación en nuestra sociedad, la sociedad del celular y las redes sociales en un tiempo donde los líderes políticos y los NN detrás de los bancos no escuchan ni se comprometen.
La educación no se define por partidos políticos, el saber es un derecho que existe en esencia porque todo ser humano ansía saber, se conecta con su entorno adaptándose y para ello necesita conocerlo y expresarse a sí mismo, se satisface siendo útil a una comunidad. La historia demuestra que poder y saber van de la mano. Pues el conflicto seguirá existiendo mientras el conocimiento no se comparta.
Si todos tuvieramos oportunidades y esperanza, si nos acompañáramos los unos a los otros en nuestro desarrollo entonces no habría posibilidad de sentirse resentido, desalentado, muchos no buscarían en las drogas una escapatoria ni en la delincuencia una carrera o un trabajo... La educación es un proceso contínuo que nos enriquece a todos.