Agua

Vivimos en un planeta que tiene más agua que tierra y sin embargo la gran mayoría de ella es salada, otra parte esta contaminada y sólo un pequeño resto es apta para consumo... en teoría. Grandes grupos de personas viven en zonas sin acceso al agua, zonas desérticas, zonas que están en proceso de convertirse en desierto donde alguna vez las napas eran accesibles y ahora están vacías. Los cultivos se vuelven insostenibles, la vida comienza a quedar aislada en algunos pocos rincones de mundo.

Alguna vez leí que es posible sobrevivir sólo bebiendo agua de mar, tal vez no de forma ideal pero sí sobrevivir. La orina a pesar de lo que muchos creen no es sólo un desecho sino que puede ser consumida perfectamente y es más, muchos pueblos con sabiduría antigua la usan como prevención y cura de enfermedades de todo tipo. El ingenio puede ayudarnos, si cambiamos nuestros hábitos, entendiendo que no podemos forzar artificialmente nuestro entorno a nuestro capricho, nuestra fuerza y perdurabilidad está en nuestra capacidad de adaptación y la creatividad debe estar puesta a su disposición.

El agua como todas las cosas que sostienen la vida, es capaz de comunicar las energías de su medio, ya sean de amor, odio, manifestaciones de la tierra como terremotos u otros, y nosotros que la bebemos ingerimos esas energías, permitimos que nos atraviesen aún sin ser coscientes. No sólo bebemos H2O sino además minerales provenientes de su origen, cantidades de químicos no degradables provenientes de una industria fría y calculadora, y otros agregados intencionalmente para supuesto bien de la población, como el caso del famoso FLUOR (que generan enfermedad a gran escala).

Hay agua dulce de la que nos enteramos raras veces pero existe y en enormes cantidades, como es el caso de los ríos subterráneos que son descubiertos la mayoría de las veces por petroleras, mineras y demás industrias perforadoras de suelos. Las mineras y las centrales nucleares particularmente consumen tanta cantidad de agua contaminando el total de ellas al punto de intoxicar grandes ciudades, el aire y el suelo donde se encuentran y a donde éste se dirige... por tantos años que abarcan generaciones, y seguimos contando...

Al margen del daño que le hacemos al medio, el planeta sigue a su ritmo un proceso a escala que implica llegar a convertirse en sol. Probablemente no me crean, seguramente algún día podrá probarse que es cierto. Llegará un tiempo definitivo en el que el agua como la conocemos no existirá y  la Tierra ya no será un lugar para nosotros.